Llegar al examen práctico de conducir puede ser un momento lleno de nervios. Después de tantas horas de prácticas, es normal que quieras dar lo mejor de ti, pero los nervios pueden jugar en tu contra. Aquí te contamos cuáles son los errores más comunes que cometen los aspirantes y cómo puedes evitarlos para que te sientas más seguro al volante.
1. No revisar los espejos con frecuencia
Uno de los errores más comunes en el examen práctico es no usar adecuadamente los espejos retrovisores. El examinador prestará mucha atención a que revises los espejos antes de cualquier maniobra, ya sea un cambio de carril o una incorporación. Recuerda: mantener la visibilidad en todo momento es clave para la seguridad vial.
2. Exceso o falta de velocidad
Muchos aspirantes tienden a ir demasiado despacio o, por el contrario, a exceder los límites de velocidad. Ambas situaciones pueden ser motivo de penalización. Es fundamental adaptarse a la velocidad adecuada según la vía por la que circules y las condiciones del tráfico.
3. Frenar bruscamente
El frenado es un aspecto crucial en el examen práctico. Frenar de manera brusca, sobre todo cuando no es necesario, puede hacer que pierdas puntos. Debes anticiparte al tráfico y a las señales para frenar de manera progresiva y suave.
4. Fallos en el estacionamiento
El estacionamiento es una de las maniobras que genera más nervios durante el examen. Errores comunes como no alinearse correctamente con el bordillo o tardar demasiado tiempo pueden jugar en tu contra. Practicar el estacionamiento en distintos escenarios te ayudará a ganar confianza y soltura.
5. No ceder el paso cuando es necesario
En una intersección o al incorporarte a una rotonda, uno de los errores más graves es no ceder el paso cuando es necesario. Esto demuestra falta de control y puede poner en riesgo la seguridad de los demás conductores. Mantente atento a las señales y al entorno para evitar este fallo.
6. No mantener la distancia de seguridad
Un error que puede pasar desapercibido pero es vital en el examen, es no respetar la distancia de seguridad con el vehículo de delante. Esta distancia te permite reaccionar a tiempo si el coche de enfrente frena repentinamente. Recuerda que debes mantener siempre una distancia suficiente, especialmente en situaciones de tráfico denso o cuando las condiciones climáticas no son las mejores.